La imagen que he elegido para representar mi experiencia es una foto que tomé el pasado año en la Gran Muralla China.
La segunda razón es que el aprendizaje resulta como la muralla: es un proceso largo que se extiende más allá de donde la vista alcanza. Mucha gente se queda en el camino fácil, el que demuestra que hemos estado allí, que lo hemos vivido, en el que las fotos quedan bonitas pero donde no existen retos. De repente, una gran subida, un conocimiento difícil de adquirir, que nos llevará trabajo, con el que nos temblarán las piernas y nos faltará el agua, pero con una buena estructura que, no sin esfuerzo se puede afrontar. Una vez arriba, descubres que aún hay más camino pero que, por falta de recursos o experiencia, nadie se ha atrevido a tocar... Ahí es donde reside la aventura de aprender, esa aventura que hemos emprendido con PDP, ese querer ir más allá de donde el resto se acaban quedando, ese afán por conocer y seguir creciendo. Y te sientes tan bien ahí arriba...
Así, PDP me ha permitido partir desde la zona cómoda y descubrir grandes cosas ocultas a ojos de los que no se atreven a seguir buscando respuestas.
Por último, no puedo hacer otra cosa que felicitar a Foncu y a Chema por este gran curso que nos ha abierto los ojos, y darles las gracias a ellos y a todos los ponentes por ayudarnos en nuestra mejora como docentes. Que no sea este el final del camino, sino la entrada a otro del que aprender y disfrutar.
¡Hasta pronto, pedeperos!
